Estudiantes:
Nos hemos dado cuenta que tan necesario es adaptar, potencializar esas habilidades y destrezas en cada uno de nuestros estudiantes y como pedagogas en formación, necesitan identificar estos elemntos tan importantes para poder planear con eficacia, no sólo preparando a los que se adaptan al sistema tradicional, sino al que se le ha etiquetado con dificultades en el aprendezaje, con un CI bajo o con problemas emocionales por lo que no puede promover.
El Lic. Armando Ruiz Anaya ya lo había expuesto hace algún tiempo en nuestro país "Todos pueden aprender" y así es.
Les invito a cambiar su paradigam en el campo educativo de nuestro país y a percibir lo que la ciencia educativa, la neuropsicología y la psicología en sí nos aporta.
No se pierdan estos artículos que son de gran relevancia pues los comentaremos en clase.
http://www.galeon.com/aprenderaaprender/intmultiples/lapalma.htm
http://www.personarte.com/hemisferios.htm
lunes, 18 de junio de 2012
lunes, 11 de junio de 2012
Proceso de adquisición del conocimiento
También llamado procesos del pensamiento
El conocimiento es un proceso de interacción sujeto-objeto y sociedad.
El objeto cobra sentido cuando el sujeto mediante su práctica se pone en contacto con él.
Comúnmente interactúas con una infinidad de objetos, tienen sentido para ti en cuanto les das uso, esto es, actúas sobre ellos. Por ejemplo, si vas a comprar pintura, eliges el lugar que tu (sujeto) consideras que es el más adecuado; imagina que tu familia te recomienda un lugar idóneo para comprar lo que necesitas y es el centro, pero, además, los medios de comunicación influyen en ti para que vayas a determinado centro comercial, y te recomiendan que los mejores productos son de determinadas marcas: en este sentido, existe todo un cúmulo de influencias sociales que determinan tus compras (relación sociedad). Finalmente, llegas al centro comercial de tu elección, y decides comprar pintura color violeta (objeto).
Varios estudios se han hecho sobre el tema. Tal
es el caso de Jean Piaget y algunos de sus seguidores, quienes investigaron
sobre el desarrollo de la inteligencia en el niño con el fin de comprender cómo
el humano construye el conocimiento.
Para que se
dé el conocimiento y para que se desarrolle, tendremos que mencionar una
categoría central, la de “equilibrio”.
Cabe aclarar que existe desequilibrio
cuando hay necesidad, es decir un desajuste emocional, fisiológico o
cognitivo que sufre el sujeto cuando está ante una situación o un problema
nuevo ya sea fuera de nosotros o en nosotros. De tal manera que se
requiere de un reajuste de la conducta por medio de la acción. La acción
termina en cuanto las necesidades están satisfechas, es decir, cuando el
equilibrio ha sido restablecido. Esto implicará futuras necesidades, y
así encontramos un proceso infinito.
Al buscar el quilibrio estamos adaptando, asimilando y acomodando nuevos conceptos para poder resover situaciones continuamente.
Revisa el
siguiente esquema el cual muestra la organización del proceso del conocimiento de acuerdo
a las estructuras variables según J. Piaget.
El sujeto posee la capacidad de conocer a partir de estructuras simples
(percepciones) para construir estructuras de conocimiento complejas (abstracciones
lógico-matemáticas), que le permitan comprender adecuadamente la realidad.
Si partimos de las acciones senso-motrices más elementales (como empujar, tirar, etc.), y después vamos a las operaciones intelectuales más complejas, que son acciones interiorizadas o realizadas mentalmente (jerarquizar, relacionar, etc.), nos podemos dar cuenta que el conocimiento está unido a operaciones o acciones, es decir, a transformaciones. En consecuencia, ya que el proceso de conocimiento no se puede aislar del desarrollo de la inteligencia, tendremos que preguntarnos:
¿Cómo pasa un sujeto de un estado de menor conocimiento a un estado de mayor conocimiento?
Esto puede corroborarse de una manera más palpable cuando al interior de una familia podemos establecer comparaciones entre los comportamientos o actitudes observadas de hermanos de edades diferentes. O bien, un niño en primer grado de primaria que intelectualmente tiene la disposición para sumar, pero aún no se le puede exigir -en ese momento- que realice una ecuación, aunque potencialmente este por lograrlo.
El desarrollo intelectual -ya lo hemos señalado- es un proceso de cambios estructurales que llevan al individuo o sujeto de etapas intelectuales simples a etapas cada vez más complejas.
“Desarrollo de la Inteligencia”
Piaget afirma que este desarrollo intelectual que lleva a cabo un sujeto comprende seis: “Etapas” o períodos cognoscitivos, mismo que tienen una propiedad secuencial (continua), es decir, que aparecen en un orden fijo de sucesión porque cada uno es necesario a la evidente formación del siguiente. A continuación revisa en qué consiste cada periodo:
I. “Primer periodo de los reflejos”
II. “Segundo periodo de los primeros hábitos”
III. “Tercer periodo de la inteligencia práctica”
IV. “Cuarto periodo de la inteligencia intuitiva”
V. “Quinto periodo de las operaciones intelectuales concretas”
VI. “Sexto periodo de las operaciones intelectuales abstractas”
Sería un error considerar la sucesión de dichos períodos como resultado de una predeterminación innata (que se nace con ella y, por tanto, no es aprendida), dado que toda secuencia entraña una construcción novedosa y continua.
Así, por ejemplo, el adelanto o retraso intelectual depende del ambiente concreto (ambiente económico, político, social, cultural, educativo, etc.), donde se desarrolla el sujeto. Esto explica en mucho el por qué tenemos conductas diferentes los seres humanos, no obstante que pertenecemos a una misma especie. O incluso, en una misma sociedad, depende de la ubicación, ventajas y desventajas, que tengamos al interior de ésta para señalar nuestro ámbito de comprensión.
Así pues, se distinguen en el desarrollo intelectual del niño tanto el “aspecto psicológico” o “espontáneo”, que es el desarrollo de la inteligencia en general, así como el “aspecto psicosocial”, que es todo aquello que se recibe desde afuera: herencia social transmitida por la interacción familiar, escolar, etcétera.
En consecuencia, el desarrollo cognoscitivo del sujeto no esta impuesto ni por la maduración, ni por la presión del medio, sino está en función de la interacción de ambas.
Hasta aquí podemos señalar lo siguiente:
Existen diferentes modelos que definen la relación que se da entre el sujeto, el objeto y la sociedad. Estos son: el mecanicista y el idealista-subjetivo; el primero propone que es el objeto activo y el sujeto pasivo; esto es, el objeto crea conocimiento en el sujeto. En el segundo, la sociedad determina al sujeto para que éste mediante su conocimiento, transforme al objeto, y el tercero es el modelo objetivo-activista; el cual sitúa al sujeto, al objeto y a la sociedad en interacción recíproca.
Jean Piaget explica la construcción del conocimiento. En su teoría plantea que la “acción” es el aspecto esencial para la construcción del conocimiento, la cual se efectúa entre el sujeto y el objeto. Así, el sujeto al relacionarse con los objetos (y el mundo social) va construyendo sus estructuras cognoscitivas y pasando por constantes periodos de “equilibrio-desequilibrio” para “adaptarse” progresivamente al medio que le rodea. el individuo paulatinamente va “organizando” sus estructuras a partir de un proceso de “asimilación-acomodación”.
El conocimiento es un proceso de interacción sujeto-objeto y sociedad.
El objeto cobra sentido cuando el sujeto mediante su práctica se pone en contacto con él.
Comúnmente interactúas con una infinidad de objetos, tienen sentido para ti en cuanto les das uso, esto es, actúas sobre ellos. Por ejemplo, si vas a comprar pintura, eliges el lugar que tu (sujeto) consideras que es el más adecuado; imagina que tu familia te recomienda un lugar idóneo para comprar lo que necesitas y es el centro, pero, además, los medios de comunicación influyen en ti para que vayas a determinado centro comercial, y te recomiendan que los mejores productos son de determinadas marcas: en este sentido, existe todo un cúmulo de influencias sociales que determinan tus compras (relación sociedad). Finalmente, llegas al centro comercial de tu elección, y decides comprar pintura color violeta (objeto).
Para dar respuesta a estas interrogantes retomaremos
la teoría de la psicología genética de J. Piaget. Para él, el conocimiento es
un proceso que se inicia en la infancia. El sujeto al relacionarse con el
objeto esta mediado por la “acción” mental o física, la
práctica que es el factor esencial para la comprensión del proceso del
conocimiento. Esta acción no sólo la produce el sujeto en forma interna,
sino que está generada por el entorno social. Los objetos, las cosas,
tienen significado especial o específico según el contexto en que se dan.
El sujeto utiliza ciertos instrumentos de adquisición
de conocimientos; esos mecanismos tienen el carácter de ser internos, son “estructuras
cognoscitivas” de pensamiento. Estas serán utilizadas dependiendo del
desarrollo físico e intelectual del sujeto.
Se entiende por equilibrio, al estado transitorio que
cierra el proceso de asimilación y acomodación generando un nuevo conocimiento,
y que tendrá que romperse para permitir la construcción de conocimientos más
complejos.
El
conocimiento es un proceso, una construcción continua que tiende a incorporar
elementos innovadores que lo hacen más consistente y permiten al sujeto
relacionarse mejor con la realidad, a partir de estados sucesivos de desequilibrio-equilibrio.
Recordemos que la actividad mental se organiza en
estructuras variables. Para Piaget éstas se encuentran agrupadas en dos niveles
de desarrollo. En los siguientes apartados, revisa en que consiste cada uno de
ellos: Nivel
senso-motor y el Nivel lógico-matemático.
Si partimos de las acciones senso-motrices más elementales (como empujar, tirar, etc.), y después vamos a las operaciones intelectuales más complejas, que son acciones interiorizadas o realizadas mentalmente (jerarquizar, relacionar, etc.), nos podemos dar cuenta que el conocimiento está unido a operaciones o acciones, es decir, a transformaciones. En consecuencia, ya que el proceso de conocimiento no se puede aislar del desarrollo de la inteligencia, tendremos que preguntarnos:
¿Cómo pasa un sujeto de un estado de menor conocimiento a un estado de mayor conocimiento?
Esto puede corroborarse de una manera más palpable cuando al interior de una familia podemos establecer comparaciones entre los comportamientos o actitudes observadas de hermanos de edades diferentes. O bien, un niño en primer grado de primaria que intelectualmente tiene la disposición para sumar, pero aún no se le puede exigir -en ese momento- que realice una ecuación, aunque potencialmente este por lograrlo.
El desarrollo intelectual -ya lo hemos señalado- es un proceso de cambios estructurales que llevan al individuo o sujeto de etapas intelectuales simples a etapas cada vez más complejas.
“Desarrollo de la Inteligencia”
Piaget afirma que este desarrollo intelectual que lleva a cabo un sujeto comprende seis: “Etapas” o períodos cognoscitivos, mismo que tienen una propiedad secuencial (continua), es decir, que aparecen en un orden fijo de sucesión porque cada uno es necesario a la evidente formación del siguiente. A continuación revisa en qué consiste cada periodo:
I. “Primer periodo de los reflejos”
II. “Segundo periodo de los primeros hábitos”
III. “Tercer periodo de la inteligencia práctica”
IV. “Cuarto periodo de la inteligencia intuitiva”
V. “Quinto periodo de las operaciones intelectuales concretas”
VI. “Sexto periodo de las operaciones intelectuales abstractas”
Cuando
la inteligencia se distingue del pensamiento. La primera implica dar respuesta
por parte del sujeto a un problema reciente o nuevo, coordinando de manera adecuada
los medios que posibilitan un resultado (fin), al cual no se tiene acceso de
forma inmediata (siendo captado de modo directo por la inteligencia
senso-motriz), en la segunda, el pensamiento es una especie de
simbolismo, imágenes mentales o representaciones que no parten de una acción
directa.
Los períodos siempre aparecen en el mismo orden
de sucesión, lo cual podría llevarnos a suponer que esto depende de algún
factor biológico, tal como la maduración; sin embargo, esto no hace más que
abrir camino a construcciones posibles.Sería un error considerar la sucesión de dichos períodos como resultado de una predeterminación innata (que se nace con ella y, por tanto, no es aprendida), dado que toda secuencia entraña una construcción novedosa y continua.
Así, por ejemplo, el adelanto o retraso intelectual depende del ambiente concreto (ambiente económico, político, social, cultural, educativo, etc.), donde se desarrolla el sujeto. Esto explica en mucho el por qué tenemos conductas diferentes los seres humanos, no obstante que pertenecemos a una misma especie. O incluso, en una misma sociedad, depende de la ubicación, ventajas y desventajas, que tengamos al interior de ésta para señalar nuestro ámbito de comprensión.
Así pues, se distinguen en el desarrollo intelectual del niño tanto el “aspecto psicológico” o “espontáneo”, que es el desarrollo de la inteligencia en general, así como el “aspecto psicosocial”, que es todo aquello que se recibe desde afuera: herencia social transmitida por la interacción familiar, escolar, etcétera.
En consecuencia, el desarrollo cognoscitivo del sujeto no esta impuesto ni por la maduración, ni por la presión del medio, sino está en función de la interacción de ambas.
Hasta aquí podemos señalar lo siguiente:
Existen diferentes modelos que definen la relación que se da entre el sujeto, el objeto y la sociedad. Estos son: el mecanicista y el idealista-subjetivo; el primero propone que es el objeto activo y el sujeto pasivo; esto es, el objeto crea conocimiento en el sujeto. En el segundo, la sociedad determina al sujeto para que éste mediante su conocimiento, transforme al objeto, y el tercero es el modelo objetivo-activista; el cual sitúa al sujeto, al objeto y a la sociedad en interacción recíproca.
Jean Piaget explica la construcción del conocimiento. En su teoría plantea que la “acción” es el aspecto esencial para la construcción del conocimiento, la cual se efectúa entre el sujeto y el objeto. Así, el sujeto al relacionarse con los objetos (y el mundo social) va construyendo sus estructuras cognoscitivas y pasando por constantes periodos de “equilibrio-desequilibrio” para “adaptarse” progresivamente al medio que le rodea. el individuo paulatinamente va “organizando” sus estructuras a partir de un proceso de “asimilación-acomodación”.
El sujeto pasa por seis períodos bien definidos.
Los primeros tres caracterizan el período senso-motor ( de los 0
a los 2 años), en los cuales su actividad con los objetos se encuentra medida
por su actividad motriz. Los siguientes tres períodos se agrupan en el nivel
lógico-matemático; en este período el sujeto maneja operaciones mentales
propias del sujeto.
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